miércoles, 19 de marzo de 2014

Atalayas Misteriosas

Cuando la noche cae, siempre será cambio de guardia en todos los cuarteles, pero en éste los soldados jóvenes rezan por que no les toque hacer guardia en las torres colindantes  a un panteón.
Hay tres torres que vigilar, la primera dá a la calle y al cementerio, la segunda está a mitad de ambos, y el tercer el más distante, está ubicado en el límite del cuartel.
Cuando uno es nuevo, siempre le ordenan que haga todo, inclusive la guardia nocturna en las zonas del cementerio, y ahí nadie quiere ir por que es tenebroso,  a una determinada hora se escucha llorar un bebé, pero si le prestas atención entonces al llanto del bebé le aumenta aullidos,pasos, y otras cosas.

Una noche olvidé darles forraje a los caballos, y mandaron de castigo a la torre, esa noche las almas lloraban, y yo cerré los ojos para  alejar mi temor, pero al abrirlos ví una procesión salir del cementerio, todos vestían de negro , así que le comuniqué a mi superior quien me asigno a un camarada para que me acompaña en la guardia. 
Al volver al lugar de lejos divisamos un guardia en la torre, pero pensamos que el coronel había asignado a otro guardia, así que nos dirigimos felices, ya seriamos tres.
Cuando llegamos al lugar no había nadie , sin embargo se sentía la presencia de una persona, sentimos mucho temor, pero teníamos que cumplir con la orden superior.
De pronto la procesión regreso y se quedaron al pie de la torre, y alzaron sus cabezas, pero al hacerlo sus rostros cadavéricos nos miraban con ferocidad, no supimos que hacer, así que bajamos rápidamente, pero al querer pasar por la muchedumbre nos desmayamos.
Hoy cuento esta historia desde una cama de hospital, no se en realidad lo que sucedió, mi compañero desapareció, pero yo , no volveré nunca más a ver nada.
Desde ese día no se escucharon mas lamentos , ni se vio la procesión, pero yo... sigo sin ver nada.

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